jueves, 26 de noviembre de 2009

REVOLUCIÓN INFORMATIVA

El día a día en esta, nuestra, realidad es un regalo para todos. Sobre todo para los que nos encontramos en esta responsabilidad de hacer llegar la información a una amplia y variada sociedad. Ahora hay mucho entusiasta de la profesión de periodista y muchos enamorados de su trabajo, pero mi pregunta es: ¿Si su existencia hubiese tenido lugar hace unas décadas que hubiese pasado? No quito mérito la labor actual, de cubrir eventos, redactar noticias a la velocidad de la luz porque la actualidad manda, exigencias casi milimétricas de información veraz, tanto por parte del medio como de la audiencia.
La tecnología nos ha hecho el camino más ameno y más rico en elementos. Si echamos la vista atrás encontramos máquinas importantísimas, como la imprenta, precursora de todo lo posterior. Pero ahora mismo sólo pensamos en ella como en un complemento de museo. Valoro mucho la labor de los primeros periodistas, tipógrafos, correctores, corresponsales que se jugaban la vida, entre otros. Eran capaces de formar un periódico letra a letra de manera manual. Se dejaban la vista, aunque ahora los ordenadores también acaban con la nuestra, y se jugaban en muchas ocasiones su integridad física, tanto para estar en el lugar de los hechos y poder mandar información a través de caballos, barcos o en propia voz como enfrentarse a la censura e ir contra la opinión de las autoridades. Aunque este hecho no es tan antiguo, en nuestra realidad moderna tenemos un caso de opresión a la libertad de expresión convertido en figura, el señor Franco.
El mundo de las computadoras, Internet, la banda ancha, bluetooth, programas edición, formatos para los archivos y así hasta una infinidad de elementos ha conseguido que la información sea más que nunca un mecanismo de poder. Se ha convertido en el eje promotor de cambios sociales, económicos y culturales. El auge de las telecomunicaciones ha producido una transformación de las tecnologías de la información y de la comunicación, cuyo impacto ha afectado a todos los sectores de la economía y de la sociedad.
Hay que ser cauto a la hora de su manipulación porque nunca tenemos que caer en la tentación de usar la parte mala del término.
La tecnología nunca dejará de crecer y los medios deben estar al día de estos cambios porque quedarse atrás implicaría no satisfacer las necesidades de su público. La sociedad necesita sentirse en el hoy y no quedarse estancada en el ayer. Los medios viven por y para un público al que tiene que mantener y mimar como un bebé es mimado por su madre.
Gracias a los que creyeron en esta profesión y lucharon por hacerla grande, mejorándola día a día.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Querido Peter Pan:


Estoy preocupada por lo que está pasando. Recuerdo que un psicólogo, Dan Kiley, hace unos años se atrevió a utilizar tu nombre para denominar de la misma manera una enfermedad, "el Síndrome de Peter Pan". Los síntomas son: hombre/niño que se resiste a crecer, es incapaz de cuidar y proteger a nadie, así como mantener una pareja.

Existe un desfase patológico entre su edad cronológica y su madurez afectiva. En resumidas cuentas, se trata de hombres que no aceptan su edad y pretenden vivir en una eterna juventud.

¿Sabes qué es lo peor, Peter?, hay por ahí rondando una investigación que dará alas a estos Peter Pan. Incluso aparecerán nuevos candidatos a seguir tus pasos. El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), con su directora, María Blasco, a la cabeza pretenden alargar la vida de las personas hasta en un 40% en su etapa juvenil. ¡El mundo se está volviendo loco!


¡¡¡¡¡¡¡LA EDAD DEL PAVO DURARÁ QUINCE AÑOS MÁS!!!!!!!!


Si la etapa adolescente ya es dura y nos marca a todos la vida, una doble juventud sería un despropósito de hormonas sin control. Un calvario para los sufridos padres. Hoy en día, es difícil la independencia de los jóvenes, imagina si la edad del pavo dura quince años más. Tendremos a un hombre de unos cuarenta años, mantenido por los papis, jugando a los videojuegos y preocupado por si la chica que le gusta le hará caso este fin de semana. Todo un despropósito de vida.

Y ya imaginar a este individuo como responsable de un medio de comunicación sería una aberración para la profesión periodística. Un periodista debe ser responsable, denotar interés por su trabajo y aceptar la idea de que muchas personas están pendientes de lo que realice y consumirán sus resultados. La transmisión es una cosa muy seria y aunque parezca cosa que puede realizar cualquiera para nada es así, la pena es no tener una escuela de catedráticos pero eso es otro tema de discusión.

Me baso en el periodismo que es lo que me afecta y tengo más conocimiento pero ¿un adolescente responsable de una multinacional, de un taller de coches, un restaurante...?

Espero, Peter, Que dejen de seguir tu ejemplo y se den cuenta de tu licencia para ser así, una fantasía.

Saluda a los niños perdidos y Wendy. Cuidado con el Capitán Garfio y no dejes que unos cazadores furtivos acaben con el cocodrilo. Se bueno en Nunca Jamás.