EL DEPORTE MUEVE FRONTERAS

Lo que no consiga el deporte en esta sociedad es difícil imaginarlo. El deporte puede unir culturas sin importar religión, colores, razas, pensamiento político. Es tan grande su poder que una de las mejores opciones con la que contamos cuando queremos luchar contra alguna injusticia, ejemplo: hambre en el mundo, recursos para los más pequeños de la casa, en países tercer mundistas entre otros, es organizar un evento deportivo y si nuestras estrellas a nivel mundial participan, la repercusión mediática será espectacular. Nadie querría perderse un partido de fútbol benéfico entre los amigos de Zidane y los amigos de Ronaldo.
Pues bien, una vez más me quito el sombrero ante este concepto tan universal “DEPORTE”. En este querido país, España, tenemos unas cuantas espinitas y una de ellas se llama País Vasco. No digo lo de espinita porque sea un lugar al que desterrar de nuestra cultura, porque nada más lejos de mi intención, sino basándome en el empeño de algunos, de independizar esta región del resto del país. Y la verdad para qué otro pequeño Andorra.
El Parlamento Vasco junto con la aprobación de la comisión por parte de los partidos PSE-EE, PP y UPyD y aún con la oposición de PNV y Aralar ha pedido a la Federación Española de Fútbol que cuenten con Euskadi, como destino en el próximo calendario de partidos de la selección española. Pero no sólo queda aquí, sino que quieren que las categorías inferiores de la roja y también la sección femenina vuelvan a verse en los campos de fútbol vascos. Además esperan que la Vuelta ciclista tenga salida o entrada en estas tierras, en alguna de sus etapas.
Un hecho que llena de esperanza a la victoria de la democracia y que se deje de lado el debate que siempre hay sobre la mesa: dejar o no que las regiones que lo deseen consigan su independencia, pero con todos los riesgos que esto conllevaría.
Desde 1967 en el caso del balompié (selección española) y 1979 el ciclismo no ha tenido el deporte un movimiento así. Fue la última vez que los habitantes vascos pudieron disfrutar de éstos en su comunidad. Aunque como ya dije, que unos pocos quieran desligarse de la nación española, no quiere decir que muchos otros vascos no merezcan tener los mismos privilegios que el resto de habitantes de la península e islas. Poder disfrutar de un buen domingo en San Mamés sin que el Athletic Club de Bilbao esté en el césped, sino acompañando a su afición en la grada, para ver un partido de la roja.
Sería un hito histórico poder escuchar un cántico como “Yo soy español, español, español” por parte de la hinchada o simplemente tatarear el himno español por parte del vasco más vasco de todos con chapela en la cabeza. Una mezcla única.
El primer partido que tenga lugar aquí pasará a formar parte de la historia que vamos escribiendo día a día. Abajo las fronteras y el aislamiento ideológico.

¡HOLA, BUENAS TARDES!

Sevilla, Facultad de Comunicación, 19:40 pm. Me dispuse a entrar en el aula, dónde tenía una charla de periodismo deportivo, cuando unos chicos me adelantaron y entraron primero.
¡Hola, buenas tardes! Fue la primera vez que escuché la frase. El encargado de recitarla, no era otro que el ponente de la charla, D. Javier Franco. No sería la última vez que mis oídos la escucharían. En los siguientes 10 minutos aproximadamente fue repetida por Javier, me permito la licencia de tutearlo desde aquí hasta el final, hasta en seis ocasiones. Cada vez que algún compañero de clase se incorporaba a la ponencia Javier lo recibía con un agradable saludo. Grata consideración por su parte y sorpresa para los allí presentes. Denotaba desde el principio su cercanía, amabilidad y predisposición hacia todas nuestras inquietudes.
Para mí, también significaba toque de atención de manera subliminal, casi encubierta. Un decir, pero sin decirlo: ¡Chicos llegáis tarde, un buen profesional no puede ir por detrás de la actualidad!
Javier hizo un breve recorrido por su experiencia profesional a modo de introducción. Canal Sur 1990, Mundial USA 1994 y a partir de 2004 prensa sevillana. Fue Presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos.
Este profesional nos ofreció su visión del periodismo, y más concretamente del periodismo deportivo. Su gran preocupación radicaba en la cultura que debe tener un periodista en este campo. Este grupo lleva a sus espaldas el cartel de la incultura. A los periodistas deportivos se les atribuye su poca inquietud ante los hechos que ocurren en nuestra sociedad, temas de debate, diferentes al deporte.
El señor Franco nos dio las pautas para cambiar este estereotipo . En nuestras manos está el poder demostrar que la gran pasión que podemos sentir algunos hacia esta rama periodística concreta, no es un freno o una barrera a ser una persona culturizada en todos los temas de nuestra sociedad. Los conocimientos nos hacen crecer como personas.
Él considera esta profesión como un trabajo normal y corriente. Aunque asegura que al principio es muy emocionante. Con sólo ver su forma apasionada de contar anécdotas pasadas, te lleva a pensar qué eso merece la pena vivirlo. Me recorrió una sensación de envidia, pero de envidia sana. Quiero ser espectadora de primera fila del ascenso de algún equipo, con una afición tan entregada como la del Cádiz C.F. Y cómplice de las futuras estrellas del deporte en sus escapadas nocturnas. Aunque esto, es en la actuliadad una ardua tarea. Ardua, porque en nuestra realidad es complicado hacerte amigo de los profesionales y además, como muy bien nos recalcó el señor Franco, muy peligroso. El periodista siempre tiene que informar, intentando no traicionar a los “amigos”. Estos “amigos” pueden querer aprovecharse de ti en un momento dado. Es difícil en este mundo separar la “amistad” del “interés”.
¿Por qué a un chico nuevo que llega por primera vez a una redacción, se le coloca siempre en la sección de Deportes? Pregunta dirigida a los oyentes. Quizás el periodismo deportivo es uno de los periodismos con más licencia de libertad a la hora de narrar los hechos. Es un periodismo dinámico, rico en vocabulario y que permite la osadía de acabar con el concepto utópico de objetividad.
El presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos habló de las ventajas que los futuros profesionales del deporte tenemos frente a otros tipos de periodistas. Asegura que somos capaces de hacer un buen trabajo en otra sección del periódico, además de ser brillantes cronistas futboleros. En su opinión, y dada que es un gran profesional con una larga carrera a sus espaldas quizás lleve razón, una persona de otra sección no puede desempeñar tan bien su papel en el ámbito de fútbol, baloncesto, fórmula 1, hockey…
El vocabulario deportivo sólo se adquiere interesándote por los eventos que tienen lugar y leyendo prensa dedicada a éste.
Cuando se le plantea la disyuntiva y debate eterno, de por qué sólo fútbol entre las páginas de un diario, minutos en la televisión y radio y ahora blogs en la red interactiva, y no lugar, tiempo y espacio para los demás deportes. Javier afirmaba que la demanda del juego con el balón en los pies es lo que prima en la sociedad. En Canal Sur, que es donde trabaja en la actualidad, intentan dar cabida tanto a todas las provincias de la Comunidad Autónoma Andaluza, con descontentos siempre por parte de algunos, como también, utilizando el Canal “de Andalucía, dando minutos a deportes no masivos.
Se me quedó en el tintero una pregunta, pero el debate que estaba teniendo lugar entre béticos y el amor y desamor a Lopera, no dejaba paso a interrupción ninguna. Después ya fue tarde y no creí oportuno volver a un tema ya tocado con anterioridad. Pero ahora la dejo plasmada: ¿sí los medios apostasen más por los deportes minoritarios y no sólo les dedicarán pantalla o papel un día puntual, cree que estos deportes podrían crear afición y pasar a estar al nivel del fútbol?
El problema que yo veo es, que los medios esperan que por retransmitir un partido, reportaje, exposición…de un deporte diferente al fútbol un día, ya la afición de ese deporte se verá recompensada y serán líderes de audiencia, de tirada o con más share. Posición equivocada. Los medios influyen en la sociedad y son conscientes de ello. Son responsables de no actuar sólo para la mayoría y dejar siempre a la minoría fuera de la realidad. Quizás el problema es la competencia entre medios y cabeceras y por supuesto el interés económico que lo mueve todo.
Por último, el señor Franco, nos aconsejó ser trabajadores porque es la clave del éxito para él. Con el trabajo y la predisposición para ello podremos llegar alto. Supongo que los conocimientos y las dotes naturales de cada uno también influirán.
Antes de despedirse volvió a recalcar que es necesario un bagaje cultural más sólido y la facultad nos ayudará a conseguirlo, aunque seamos muy escépticos ante esta idea.
Gracias señor Franco.
¡Adiós y buenas tardes!